Ecuatorianos en Cataluña
“Ara és demà. No escalfa el foc d’ahir
ni el foc d’avui i haurem de fer foc nou”
(Miquel Martí i Pol)
La presencia en muchas décadas por primera vez de oportunidades para que la región avance en su integración a sociedades más justas, mejorando la situación de los sectores más postergados, para superar la brecha de desigualdad y pobreza, la lucha contra políticas neoliberales, la lucha por la paz, la promoción a nivel universal de la educación, la salud, el trabajo y la vivienda es la expresión de un orden internacional nuevo para el diseño de una globalización diferente, más justa y humana. (Mensaje de la agenda de América Latina y el Caribe de la Internacional Socialista, Montevideo, abril, 2006)[1]
Es, en este punto que centraré mi mensaje. Las instituciones del Estado como países de acogida de un colectivo que no deja de reflejar grietas sociales y las herramientas de los nuevos modelos de estatutos que definen a Cataluña como nacionalidad con poder de autogobierno en su artículo 138 de la propuesta de Estatut d’autonomia de Catalunya responde y nos plantea con acierto soluciones respecto al tema de Inmigración: “…primera acogida que incluirá las actuaciones socio-sanitarias y de orientación, regulación e integración económica y social, competencia ejecutiva en materia de autorización de trabajo para extranjeros dentro de Cataluña, tramitación y resolución de las autorizaciones iniciales de trabajo y de los recursos presentados…”
[1] http://www.socialistinternational.org
[3] Gayatri Spivak, Conferencia en MACBA, marzo 2006
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